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El Furgonauta

ELLA

ELLA

Era pequeña, de mayor, casi como cuando era pequeña de pequeña.

Bonsái, tengo una madre bonsái. Estoy por ponerla sobre la tele, o en una jaulita de esas de hamster con una rueda para que juegue, decía yo a los amigos por bromear cuando hablaba de ella.

Estaba hecha de ratón.

De ratón, de nervio, y de caramelos sugus.

Era paje real todo el año. Sin carruaje, sin cabalgata, sin desfiles, sin heraldos trompeteros, ni gaitas. Era fantasía desde que nació hasta ya no quiero saber qué día.

Y con esas dimensiones de las que hago risa, afirmo circunspecto y severo que nadie ocupará jamás un espacio como el que ocupaba.

Habla la gente del Everest como si fuese algo.

¡Ya ves tú!.

El Everest dicen... Eso es una piedra de mechero, ¿verdad, mama?, una piedra de mechero.

 

Ahora, que más se ha reído ella de mí.

Mira que dejarme huérfano a mi edad... Joder, mama, dime con qué cara me presento yo en un orfanato.

(-Oiga, perdone, señor director. Es que resulta que este fin de semana me he quedado sin madre y venía por si tenía que registrarme o inscribirme o apuntarme o algo.

-Hombre, por todos los santos, si tiene usted más de cuarenta años. Ande váyase a su casa. Seguro que estará casado y hasta tendrá hijos.

-Sí, sí, por supuesto, pero es que ellos no son los huérfanos, el huérfano soy yo.

-¡Esto es inaudito.! ¡Lo que hay que ver.! )

 

Se quería ir. Tenía tanto cansancio y tantas ganas...

Y como yo lo sabía, le estuve mandando una ametralladora de pensamientos para ayudarla mientras lo hacía. Ya habrá quien le envíe dioses, costumbres y supersticiones, me barruntaba.

Uno es más de la oración que va del hombre al hombre, más de las ondas en línea recta, de las que no necesitan mediar por satélites ni repetidores.

Madre mía, madre mía, a ver qué tal se te da esto, pensaba, doliente y preocupado.

Pero no había porqué.

Hizo por no herir a nadie ni una pizca más de lo inevitable; que en trances así, es uno mismo el que se va rompiendo solo.

 

Venga pues, mama, que te voy a hacer una coplilla jauta, sinsal, destalentada, desgarbada y desustanciada; que lo que menos me apetece ahora es competir en hondas grandilocuencias con los poetas que lloraron muertes a la posteridad.

Mira, yo me la voy a imaginar con guitarras distorsionadas, con baterías y bajos, con teclados graves, con decibelios y bronca. Tú te la montas si acaso con aires de jota, de habanera, de cuplé, de zarzuela, de sardana o de bolero.

  

Tú, la perfección completa,

como nada conocí en la vida.

Tan perfecta, tan perfecta,

que hasta defectos tenías.

Y mira qué bien te has muerto,

pequeña mujer, madre mía,

con qué humilde sencillez,

con qué paz y qué silencio.

Tan así, que se diría

que no debía ser esta vez

la primera que te morías.

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8 comentarios

Furgo -

Muchas gracias, compañero.
Es que a mi modo de ver, las emociones están muy cerca unas de otras, la risa, la pena,etc. Y siempre digo que el sentido del humor donde realmente se manifiesta es en las "gravedades." Aplicarlo en los festejos es sencillísimo, sale solo. Pero si alguien cree -como yo- que el sentido del humor es toda una filosofía de vida, debe ser consecuente y aplicarlo. No es una panacea para la desgracia, pero sí un buen paliativo. Lo mejora a uno mismo, y por contagio, a sus allegados.
Ah, y no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios para la salud mental del practicante.
Es una forma constructiva de mejorar las cosas, o al menos de impedir que empeoren.
(Yo se lo recomiendo a todos mis vecinos je je.)

Un abrazón, Dino.

Dinosaurio -

¡Vaya, llego al final y también llorando y eso que empecé sonriendo pensando que era una de tus bromas!
De todos modos, después del pésame, te doy la enhorabuena por haber tenido una madre así y a ti por ser un hijo así.
Un abrazo muy fuerte.

Furgo -

Muchas gracias, Gea.
Muchas gracias, Mela.
He tenido muy buen rollo con esta señora. Una señora más anárquica y libre que Tarzán de los monos. Y nos hemos reído un montonazo hilvanando diálogos absurdos y locos en los últimos años. A mí me caía muy bien. Y es que con el tiempo se le acaba cogiendo cariño a lo que sea. 88 años ha durado.
(Je,je, todo esto es una forma surrealista de decir que la quería muchísimo. Pero es que nosotros nos hablábamos así.)
Gracias también,Sak, por lo tuyo. Ya lo he visto.
Un capazo de besillos para todas. Sois muy amables.

Respirando -

Vaya noche de emociones me estáis dando entre todos... Así, ¿cómo me va a dar sueño?

Que viva la madre que te parió, Furgo. Pero completamente en serio.

Beso.

Sakkarah -

Socio, hay algo en mi blog que es tuyo...

Un beso.

Gea -

No hay mejor elogio fúnebre, ni más sentido, que el que sale realmente del sentimiento y del conocimiento pleno de la persona ya ausente.

Yo también me he emocionado al leerte. El tono elegíaco sin descartar esas ráfagas de humor conribuye a hacer este homenaje aún más entrañable.

Un abrazo, Furgo.
Gea.

Furgo -

En ese día que a mi madre le ha llegado ahora y que a ti espero que tarde muchísimo en llegar, tu hijos te dirán lo mismo que yo digo pero con su propio estilo y personalidad. Y todo bueno sin duda.
Un besillo, socia.

Sakkarah -

Jo, yo me he emocionado.

Ojalá mis hijos hablaran de mí de esa manera...

Socio...mueves el corazón de las personas con esa belleza y humor tan particulares tuyos, tan originales.

Mil besos.