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El Furgonauta

Vol. II

Vol. II

 LA ESPECIALIZACIÓN.                                                           No me hagáis mucho caso, pero supongo que desde la revolución industrial para acá, las personas fueron dejando de tener oficios para tener especialidades. Lo que ocurre con la gente formada de hoy es que se vuelca por completo en una disciplina, aquella que le proporcione comodidad, sustento y a poder ser prosperidad, mucha prosperidad. (Y si además es vocacional, estupendo.) Por eso será que se encuentra uno a ilustres titulados que son unos auténticos figuras en su materia, pero ignorantes de casi todo lo demás.

A modo de ejemplo contaré que una vez tuve que compartir sofá con un abogado mientras esperábamos con resignación en una notaría. Para echar el rato le saqué el tema de la filosofía de las leyes. Recuerdo que le dije: “Oiga, ¿a los políticos, estatales o municipales, cuando se demuestra que mienten como bellacos, por qué no se les puede denunciar e inhabilitar del cargo inmediatamente.?. Sería la verdadera aplicación de las normas. Si un constructor dice que vende una casa de 200 metros con piscina, y luego se comprueba que sólo mide 100 y que no tiene ni un triste charco, se le puede llevar ante el juez. Y si un tío jura que no trafica con nada, pero se le encuentran tres bolsas de coca en el forro de la gabardina, se le detiene por camello. Etc. ¿Cómo es que la práctica totalidad de políticos mienten por sistema, con total impunidad.? ( Y es más, ya hasta con la aceptación resignada de la ciudadanía.)”

El abogado se me fue por los cerros de Úbeda, "que si es que ya se sabe, que si es para ganar votos, que si son los mítines electorales, que si es difícil de demostrar, que si patatín que si patatán"...Yo pretendía hablar de lógica, de sencilla filosofía mundanal, y a él no había forma de sacarle del pragmatismo más recalcitrante. Joder, que cómo funciona el circo es una cosa que ya la sabemos todos, no hace falta que me lo explique. En seguida pensé: Con este tío no me tomaba yo unas cañas ni aunque pagase él todas las rondas. No es interesante en absoluto, sólo es un gran profesional al que aburre pensar.

También, a modo de anécdota, comentaré que he oído no hace mucho a una doctora decir que ella le diría a un señor de 90 años que dejase de fumar. Lo haría porque es su deber como médico. Vale. ¿Pero por qué no me quiso admitir que real y filosóficamente, esa recomendación era absurda, e incluso cruel para el anciano.? A una persona que se encuentra en el tramo final de su existencia no es justo, ni decente, ni moral prohibirle nada, aunque sea físicamente pernicioso para ella. Si una persona que está al fin de su vida no quiere comer, que no coma, si no quiere tomar pastillas, que no tome, y si no quiere dejar el tabaco o el vaso de vino, que no lo deje. Yo supongo que si me llega el caso, lo que desearé es que no me estén dando la barrila todo el día. Menudo favor le hacemos al abuelo riñéndole constantemente. Así lo que quiere uno es morirse lo antes posible. Un poquito más de comprensión y cariño, y un poco menos de restricciones y normas. (Es que no hay manera de ser libre en ningún momento de la vida, cohone.) 

LOS MÉRITOS.                                                                              La vida práctica es una carrera desigual. No parten todos los corredores desde la misma distancia con respecto a la meta. Está más lejos de ella el que nace en un perdido monte asturiano, que aquel que ya nace Príncipe de Asturias. (Es un ejemplo extremo, pero por eso mismo diáfano.)                                                                         

A lo largo de mis años he escuchado infinidad de veces en boca de gente con carrera, que mientras ellos “sacrificaban” su juventud al estudio, los otros, es decir, los que son como yo, nos matábamos a fiestas en las discotecas, cubata va, cubata viene, ligoteo, risas, despreocupación, etc. Si pensaran un poco más allá, tal vez se dieran cuenta de que los curritos además de “sacrificar” nuestra juventud trabajando en fábricas, vendimiando, echando cemento a una hormigonera, respirando serrín, o llenándonos de grasa por una mierda de salario, también deberemos seguir “sacrificando” los riñones, las cervicales, los pulmones, las lumbares y toda la salud el resto de nuestra vida. (Cómo pretendes que no se desfogase uno el domingo en la disco, después de estar pringando como un burro toda la semana en cualquier trabajo raramente vocacional.)

Hay mucha gente que cree que todo lo que ha logrado se lo merece porque se ha esforzado mucho y ha tenido que renunciar a un montón de cosas. Pues bien, yo les digo que no tienen mucha idea de lo que es ser un obrerito toda la vida. 

Podemos hacer parodia, dándole la vuelta al calcetín: “Yo es que me merezco ser peón en un almacén de tejas porque me lo he currado mucho. He tenido que renunciar a muchas cosas. A ser rico, a cuidarme bien los dientes, a viajar por el mundo, a esquiar, a hacer cruceros, etc.”                                                                        

Si esto es un esperpento en boca de un pringado, ¿por qué no lo es cuando lo dice un cirujano o un piloto de Iberia.?¿Cuántas veces vemos en la tele al típico cantante o grupo, diciendo que ellos se lo han currado mucho y por eso han llegado a la cumbre.? Vaya majadería. Hay 700.000 grupos cada día trabajando igual o más que ésos y no serán conocidos jamás. ¿Por qué.? Pues porque no hay sitio para tantos en la cima. Imaginemos que absolutamente todos los trabajadores de un país decidieran sacarse el autónomo y ponerse por su cuenta. Totalmente inviable, imposible. Sólo es posible “triunfar” si la gran mayoría no lo hace. Eso es de cajón. 

LA LÓGICA DEDUCTIVA.                                                        Cuando uno no ha tenido acceso a todos los saberes – pues nadie sabe de todo- al menos debe intentar ejercitarse en una disciplina amateur a la que yo llamo Lógica Deductiva. Se trata de hacer footing mental, de intentar entender aquellas cosas de las que se tiene poca información y pocos datos, intentando elaborar deducciones al más puro estilo del detective clásico, usando la lógica más elemental y simple. Se trata de intentar pensar en que tanto las verdades como las mentiras pueden no serlo. 

NOTA ACLARATORIA.                                                            

Este discurso-peñazo de hoy no está escrito en tono ácido ni resentido. Sólo trataba de constatar realidades, de desmentir equívocos instalados en el subconsciente colectivo y de echar el ratillo, como cuando hablaba con aquel abogado al que tampoco apetecerá jamás tomarse unas cañas conmigo aunque pagase yo todas las rondas.                                                                                          ---------

4 comentarios

Furgo -

Bueno, por lo menos aún hay gente que nos podemos entender.
Un alivio.
Saludazo, Dino.

Dinosaurio -

Muy bueno, chaval. Te digo en serio, de verdad, que eso es para mí la filosofía de la vida: la que se aprende viviendo y sufriendo palo a palo (golpe a golpe) todo lo que esta puñetera realidad nos da. Y completamente de acuerdo en lo que dices de que no partimos todos de cero. La inmensa mayoría partimos de menos veinte (por ejemplo) y unos pocos (los que luego triunfan, ¿será casualidad?) salen con mil o más. Más o menos. Ahora bien, los "profesionales" especialistas de su parcelita (moda yanki donde las haya) te dirán que no, que si tal, que si cual ...
Mira, Furgo, cada uno sabe dónde le pica. ¡Déjales con sus "listezas"! No saben nada.
Un abrazo fuerte.

Furgo -

¿Sabes que pasa, socia.? Que ya tiene uno una edad, y seguir oyendo de vez en cuando ese tipo de "verdades" que se han asentado en la sociedad sin ningún fundamento, llega a resultar fatigoso. Y en las charlas o discusiones es agotador tener que rebatir siempre las mismas opiniones digamos estándar.
Un besillo.

Sakkarah -

Es cierto que la vida no es igual para todos. Partir de esos sitios diferentes, supone, a veces, demasiado. Tanto como que un artista no pueda llegar a ser conocido, y mil cosas más. Siempre se ha dicho que el uqe tiene padrinos se bautiza, y eso es algo que no cambia.

También es verdad, que dejando aparte los curritos de los que hablas, hay otras personas que sí es cierto que en la vida se han esforzado menos; pero...viendo lo que es la vida...quizá estas personas hayan cogido la mejor parte.

Un beso, socio pensador.