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El Furgonauta

NEGAR

NEGAR

Cuando se pierde la inocencia se adquiere la culpa, aunque sea de faltas chiquitas. Cuando se pierde la facultad del juego, se gana si no el tedio grande, el aburrimiento pequeño. No quiero perder nada más, mi vida. Deja que sean mis risas más longevas que mis dientes. Deja que sea una de ellas lo que de mí recuerdes.

Cuando se pierde el entusiasmo, se nos gana el hueco. Se queda vacío el cuerpo de contenidos como si en un descuido se nos hubiesen ido todas las piezas del esqueleto. Cuando se pierde el afecto, hasta el alma nos abandona si la tenemos. Y no quiero perder más en esta vida, no estoy dispuesto.

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6 comentarios

Sakkarah -

Socio, tienes un premio en mi blog...

Un beso.

Furgo -

Bueno, Respi, está en nosotros no perder cosas a lo tonto. Cuando el guión de la vida lo exige y las fuerzas mayores mandan, no hay remedio, pero solemos perder cosas innecesariamente. Y ahí hay que estar atentos y no permitirlo.
Un besillo.
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Dino, quizás me saturé un poco de escribir poesía al modo "ortodoxo" en la mocedad, y ahora cuando me viene algo que podría como bien dices construírse a versos, prefiero dejar que la posible musicalidad de las rimas haga como más sugerente la prosa.
Vamos, que a veces escribo poesía, pero toda seguida.
Esa fórmula también tiene su encanto.
Un saludazo, y gracias, compañero.

Respirando -

Lo malo es darse cuenta de que no podemos seguir perdiendo cosas, antes de que las hayamos perdido ya casi todas. Habrá que estar al loro...

Beso.

Dinosaurio -

Completamente de acuerdo en lo que dices, Furgo. Pero ..., chavalote, lo que has escrito es un poema como la copa de un pino, macho. ¿Por qué no lo has puesto en versos?
Y que conste que no es que quiera inmiscuirme en tus motivos, pero tenía que decírtelo.
Un abrazo muy grande.

Furgo -

Mira, Sak, en serio, lo cojonudo que tiene el hacerse mayor es que una vez superadas las trabas adolescentes, las confusiones juveniles y todas las mandangas que nos afectan en las etapas de formación, podemos por fin decidir con claridad.
Sabemos qué pie calzan las emociones, sabemos qué son las desgracias, sabemos qué somos y en qué entorno vivimos. Sabemos cuáles son las normas y las leyes. Sabemos qué es verdad y qué es mentira. Y sabemos hasta qué cosas nunca sabremos.
Con lo cual, renunciar a todo lo que podermos ser o hacer, es un error imperdonable.
Un besillo, socia.

Sakkarah -

Creo que haces bien, hay que plantarse, porque nos hacen perder muchas cosas, y otras buscamos perderlas nosotros solos. Quizá sea en un intento de seguir al resto, y eso es lo que no hay que hacer.

Que nunca se aleje de ti ese humor tan bonito que tienes.

Un beso.