LA PARADOJA
Cuando queremos poner un ejemplo de algo infinito, una salida muy socorrida suele ser la cosa numérica: 1- 2- 3- 4 -5- 6- 7- 8-9- 10- 11- 12, etc.
¿Cuándo se acaba.?
Se supone que nunca. No tiene límites.
¿Podría darse el caso de algo infinito, pero con límites.?
Por supuesto que sí.
Tomemos otro ejemplo. El del dibujo de arriba.
Es una progresión cromática que empieza en el negro y concluye en el blanco.
La hemos partido en 18 tonos.
¿En cuántos la podríamos dividir.?
Aplicándole la fórmula numérica, no hay duda: en tantos como números haya. O sea en una infinita cantidad de tonos.
Entonces nos encontramos con la sorprendente paradoja de que ese infinito es infinito, pero se encuentra curiosamente limitado por ambos extremos.
Sabemos que haciendo tal experimento no habría medios ni naturales ni artificiales capaces de distinguir uno de los tonos del inmediatamente anterior o posterior, pero ¿filosóficamente es verosímil la teoría.?
Personalmente creo que sí.
Dentro de un espacio cerrado pueden existir infinitos.
Eso era todo. Gracias por la paciencia.
4 comentarios
Furgo -
A lo mejor simplemente es un sofisma. No sé.
Pero el caso es que hay gente que conoce sus límites. Hay uno que no se cree eterno ni aun henchido de fama. Es el caso del diestro Finito de Córdoba, je je.
¿Os imagináis un cartel así: Domingo día tal a las cuatro de la tarde, espectacular mano a mano en la plaza de Las Ventas entre el valeroso diestro Finito de Córdoba y el gran rejoneador Ilimitado de Elche (Qué malo, por dios.)
Beso, Mela.
Beso, Sak.
Abrazorro, Dino.
Dinosaurio -
Por eso está muy bien plantearnos cosas más allá (o más acá) de la cotidianidad.
Un pedazo de abrazo.
Sakkarah -
Un beso.
Mela -
Beso.