ES LO QUE HAY.
Las reflexiones que vienen a continuación, en ningún caso pretenden ser un juicio de valor, sino un lúdico intento de análisis desde el pensamiento amateur.
La evolución, sobre todo en los tiempos modernos del ser humano, le está llevando a la pereza y la fragilidad.
El día en que la calculadora portátil estuvo al alcance de cualquiera, se hizo innecesario saber multiplicar, dividir, sumar o restar. ¿Para qué vamos a dividir 2.365 entre 768 con un lápiz en una hoja de cuaderno, si con una pequeña maquinita lo resolvemos de inmediato y sin tener que repasar la operación en busca de errores.? ¿Para qué vamos a recortar los cipreses con una enorme tijera, habiendo artefactos eléctricos.? ¿Para qué vamos a pensar en cualquier problema social, político, filosófico o artístico, habiendo gentes ilustradas que ya nos brindan sus opiniones a través de las televisiones, periódicos o radios.? ¿Para qué nos vamos a matar haciendo dibujos o planos, habiendo programas informáticos que nos permiten borrar y modificar cualquier trazo.? ¿Para qué vamos a conocer la ortografía, habiendo correctores de texto en nuestro ordenador.? Etc.
Todas las cosas tienen efectos secundarios.
Evitar el trabajo pesado, tanto físico como mental, o agilizar las tareas, es una satisfacción. Pero tiene consecuencias.
Que nos armemos un lío haciendo una multiplicación de muchas cifras con decimales, que nos olvidemos de la regla de tres o la raíz cuadrada, no es algo que nos impida desenvolvernos en la vida profesional actual, pero sí incide en nuestro desarrollo intelectual, en nuestra agudeza mental.
Que practiquemos agujeros en una pared usando un taladro de batería o cortemos un listón mediante una sierra de calar eléctrica, nos facilita el trabajo, pero nos hace menos diestros.
El ser humano lleva una evolución que le conduce a ir menguando poco a poco el pensamiento y las habilidades.
Es lógico por tanto, que un carpintero del año 1.950 tuviera muchísimo más oficio que yo, y que yo sea un auténtico manitas si me comparo a un futuro virutas del año 2.050.
Del mismo modo un maestro de hace 70 años difícilmente cometería una falta ortográfica grave, y hoy en día abundan los profesores que las cometen con indolente asiduidad.
Supongo que ello nos debe llevar a deducir que estamos perdiendo destreza física y disposición al esfuerzo intelectual en la misma medida en que ganamos eficacia mecánica en nuestras herramientas.
Así pues y concluyendo, el ser humano dirige sus pasos a ser cada vez más inútil.
Si no ejercitas un brazo, éste se debilita. Y si no ejercitas la mente, lo mismo. Es algo natural.
Como decía al principio, no me meto a valorar si es mejor la parte buena del asunto, o peores los efectos secundarios. Pero lo cierto es que a nivel íntimo, individual, vamos para tontos, perezosos, frágiles y torpes.
(Puede llegar un momento en que cuando se nos rompa una uña necesitemos asistencia médica, je je.)
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8 comentarios
Furgo -
Son cosas del tiempo: A veces permite más y a veces menos. Ahora estamos todos un poco en letargo por la cosa vacacional. Intentaré participar en el nuevo foro un día de estos.
De todos modos este blog no lo tengo muy atendido, eso es cierto.
Nos vemos.
Chesana -
Saludos.
Furgo -
Un abrazo, Espartaco.
Espartaco -
Furgo -
Todo lo que es bueno para una cosa, es malo para otra.
Un abrazote, Dino.
Dinosaurio -
Un fuerte abrazo.
Furgo -
Un besillo, socia.
Sakkarah -
Un beso.